El descenso del salario real tras las dos pandemias, y sus asimetrías

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El objetivo de este trabajo es aportar elementos de juicio en torno al debate actual sobre la situación salarial tras la significativa reducción de su poder adquisitivo durante las dos pandemias: la económica que tuvo lugar durante el gobierno de Cambiemos y las dificultades para su reversión en el marco de la pandemia del coronavirus. Se pretende aportar así a la elaboración de un diagnóstico del estado de situación de los salarios que resulta de particular importancia en el marco de la apertura de las negociaciones paritarias y el intento del gobierno de llevar a cabo un acuerdo de precios y salarios. 
Con tal finalidad en la primera parte del informe se lleva a cabo un examen de la evolución de los salarios reales de los trabajadores registrados del sector privado a partir de su desagregación por ramas de actividad. Al respecto, cabe señalar que se advierte una para nada desdeñable heterogeneidad en la evolución salarial del último lustro. Si bien los salarios reales de los trabajadores registrados en el sector privado sufrieron una reducción promedio de 15,4% entre noviembre de 2015 y el mismo mes de 2020, la mitad de los trabajadores tuvieron caídas superiores al 19%. Asimismo, si se evalúa el desempeño de las remuneraciones de los trabajadores registrados en el sector privado con continuidad laboral su descenso alcanza el 23,2%. 
El análisis por rama de actividad también exhibe importantes asimetrías. De las 295 ramas de actividad a cuatro dígitos de la CIIU, 152 experimentaron reducciones de las remuneraciones reales por encima del 20% y dentro de este universo  50 ramas registraron caídas superiores al 30%. Es evidente que para todas ellas un acuerdo de precios y salarios que supere levemente la inflación no resultará suficiente. Lo propio cabe para los trabajadores del sector público cuyos salarios reales tuvieron una caída de 29% entre noviembre de 2015 y diciembre de 2020. 
Esta “caída libre” del salario real ocurre en un escenario signado por la aceleración del ritmo inflacionario durante los últimos dos años del gobierno de Cambiemos, y su desaceleración en 2020 aunque manteniéndose en niveles elevados. No es una cuestión menor que este proceso inflacionario estuvo impulsado por los precios mayoristas, en tanto que los minoristas si bien se expandieron significativamente lo hicieron en un nivel inferior. De allí que desde la perspectiva del empresariado la reducción de los costos salariales –medidos en relación a los precios mayoristas en lugar de los minoristas que refieren al poder adquisitivo– es superior. A tal punto que en el sector privado el promedio de los costos salariales cayó  23,8% entre noviembre de 2015 y mismo mes de 2020 (8,4 puntos porcentuales más que su poder adquisitivo).
 
De resultas de ello se incrementaron considerablemente los márgenes de ganancia en el sector privado, especialmente entre 2017 y 2020. En esos años la participación del excedente bruto en el valor agregado del sector privado ascendió del 46,4% al 50,4%, lo que equivale a un incremento del 8,7%.