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- En el contexto actual, la actividad económica muestra una caída que acumula desde marzo hasta junio un 2,8%. La información sobre empleo registrado muestra, sin embargo, una continuidad en el proceso de expansión del empleo que caracterizó a todo el período de recuperación posterior a la pandemia de Covid-19.
- Entre los primeros trimestres de 2020 y de 2023 se generaron en términos netos 1,5 millones de puestos de trabajo, de los cuales el 37,7% son asalariados registrados, mientras que el 39,2% son asalariados no registrados y el 23,1% son no asalariados. La industria fue el sector que más empleo generó: con 357.300 nuevos puestos netos.
- La continua expansión del empleo se refleja en el aumento de la tasa de empleo que alcanzó el 45,0% sobre la población en el 1° trimestre de 2023, nivel que no sólo supera significativamente los previos a la pandemia sino que es el valor más alto desde que existen registros de la Encuesta Permanente de Hogares. En el último año este aumento del empleo fue prácticamente en línea con el incremento en la población económicamente activa; por lo que no se tradujo en un descenso de la tasa de desocupación sino en un mantenimiento de su nivel en torno al 7%.
- El empleo registrado llevaba, a junio de 2023, 30 meses de crecimiento consecutivo y sostenido. En el último año, se sumaron en total 543.800 trabajadores, lo que implica un aumento de 4,3%.
- Este proceso de crecimiento del empleo, se fue dando con una mayor intensidad horaria en las ocupaciones. Por un lado, descendió la proporción de personas subocupadas y se incrementó la proporción de personas sobreocupadas, es decir, aquellas que trabajan más de 45 horas semanales, que llega al 30,0%. Por otro, se incrementó el peso de quienes tienen más de una ocupación, que pasaron de ser el 8,3% de los ocupados en el 1° trimestre de 2021 al 9,4% en el mismo trimestre de 2023. Este crecimiento que se observaba ya desde 2018 puede asociarse a la necesidad de complementar bajos ingresos ante la caída de su poder adquisitivo.
- Partiendo de un nivel ya alto, desde mediados del año 2022 la inflación ha ido en ascenso. En este escenario, las negociaciones colectivas fueron ajustando los salarios registrados a los incrementos en el nivel general de precios, de modo que en promedio los salarios mantuvieron su poder adquisitivo. Así, el nivel salarial registrado promedio, que no se ha modificado en los últimos años, es prácticamente equivalente al vigente a fines de 2019 y 20,2% menor que el de diciembre de 2015.
- Pero dado que los precios de los alimentos y bebidas crecieron más fuertemente que los precios en general, si se mide el poder de compra de alimentos del salario registrado se verifica una caída de casi el 8% entre diciembre de 2019 y junio de 2023. Este salario medido en alimentos resulta 25% menor que el de diciembre de 2015. El aumento general de precios observado tras la devaluación de agosto, que alcanzó el 12,4% en ese mes y se dio con un incremento en precios de alimentos de 15,6% empeora esta situación.
- Como medida compensatoria, el gobierno dispuso que se abone una suma fija de $30.000 en septiembre y otra suma equivalente en octubre, para aquellas personas con salarios netos inferiores a $400.000. Una simulación de su impacto indica que sólo para el 50% de las personas asalariadas que menos ganan esta suma compensaría el aumento de precios del mes de agosto y sólo para el 25% que menos gana podría llegar a empatar la inflación de agosto y septiembre.
- Otra de las medidas compensatorias más importantes se dirigió a las personas jubiladas y pensionadas de menores ingresos. Sobre el monto de la jubilación mínima ya se venía desplegando una política de refuerzos previsionales y el monto de estos “bonos” se llevó a $ 37.000 para los meses de septiembre a noviembre. Ello permitiría, para septiembre, recuperar poder adquisitivo por sobre los bajos niveles de 2019 (+9,3%), aunque la inflación de los meses posteriores licuará rápidamente este efecto.
- Sobre el cierre de este informe, se anunció un nuevo programa que busca recomponer ingresos familiares. En este caso se trata de una devolución de IVA, con un tope de $ 23.000 mensuales, para jubilados, beneficiarios de AUH, monotributistas y asalariados con ingresos bajos y medios. Este tipo de medidas son fundamentales para contrarrestar el efecto de la mayor inflación sobre los ingresos de los hogares y atenuar un nuevo salto en el nivel de pobreza.