La gestión económica del gobierno de Cambiemos finalizará con tres años de caída del Producto Bruto Interno como consecuencia de, entre otros elementos, la implementación de un nuevo modelo de valorización financiera que agredió a los sectores vinculados a la economía real y, centralmente, a los trabajadores.

Sin embargo, a los dos años de gestión, los límites de la valorización financiera y la suba de las tasas de interés en los Estados Unidos, contribuyeron a una segunda devaluación del peso argentino que aceleró notablemente el proceso inflacionario. Este escenario y la creciente fuga de capitales “habilitaron” al gobierno a realizar un acuerdo con el FMI que puso fin a la etapa “gradualista”. Así, en el marco del acuerdo, en 2018 el gobierno nacional comenzó un proceso de fuerte ajuste del gasto estatal favorecido por una inflación que se presenta como la más elevada después de la hiperinflación de inicios de la década de 1990.

En este sentido, en este informe se analiza, por un lado, la magnitud del recorte del gasto público desde 2015 focalizando, centralmente, en los ajustes en Ciencia y Técnica. Tomando la totalidad de la gestión de Cambiemos se advierte un recorte del gasto público del 18% y del 38% en las partidas destinadas a la función Ciencia y Técnica, con algunos organismos, como la CONAE, que se redujeron 70%.

Los ingresos de los becarios e investigadores del CONICET y de los trabajadores de la Administración Pública Nacional, terminarían durante la gestión de la alianza Cambiemos con un retroceso sustancial de entre el 35 y 37% en el poder de compra luego de cuatro años de caídas ininterrumpidas.