DT N° 17. Un balance preliminar de la crisis económica en la Argentina en el marco del coronavirus

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La pandemia del COVID-19 y las respuestas del gobierno para enfrentarla provocaron
un conjunto de circunstancias que alteraron sustancialmente el contexto
sumamente crítico que ya experimentaba la economía argentina. Este trabajo
pretende dar cuentas de algunas de ellas y esbozar un balance preliminar de su
impacto económico.

Con tal finalidad en el siguiente apartado se revisan los efectos de la pandemia y del
aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) sobre el nivel de actividad
económica. Si bien se trata una visión preliminar interesa destacar, en primer
lugar, que la situación actual es el resultado de dos crisis superpuestas de
notable envergadura. La primera de ellas provocada por la modalidad que asumió
el retorno de la valorización financiera durante el gobierno de Cambiemos
(donde el PBI cayó el 4%) y la otra vinculada al profundo impacto de la
pandemia actual que reconoce un piso de reducción del PBI de no menos del 6/7%.
En segunda instancia, que tal como lo enseña la experiencia histórica todo
colapso económico implica marcadas heterogeneidades entre las diversas
actividades, regiones, tipo de empresas y sectores sociales. Pues bien, esta no
parece ser la excepción, lo que se revisará en el segundo apartado.

La profunda recesión mundial, sobre cuya profundidad y extensión sólo caben
conjeturas, aceleró las contradicciones internas en la alianza del gobierno del
Frente de Todos, que no solo está constituida por la parte mayoritaria de la
clase trabajadora y los sectores populares sino también por los grupos
económicos locales. La salida exportadora que expresaba la fracción de los
grupos económicos a la crisis que generó la valorización financiera del gobierno
de Cambiemos parece haber quedado trunca ante la estrepitosa caída del comercio
mundial y de los precios de exportación. Estas cuestiones serán examinadas en
el tercer acápite.

Posteriormente, en la cuarta sección se analiza con detalle el papel del Estado para paliar los
efectos de la crisis económica. Al respecto, cabe señalar que desde que asumió
el nuevo gobierno tuvo que ocuparse de atender situaciones de emergencia. En
los primeros meses se anunciaron una serie de medidas para contrarrestar los efectos
negativos de la crisis pre pandemia que representaron una erogación adicional
del 1,7% del PBI. Se trató de una “primera generación de medidas” para paliar
la emergencia a la que luego se sumó una “segunda generación” en el marco de la
crisis del coronavirus en la que sumando el esfuerzo fiscal y la línea de
créditos alcanza al 4,7% del PBI.

El financiamiento de estos recursos constituye una cuestión medular de la forma
que asumirá el intento de salida de la crisis económica. Por eso en el último apartado
se estudia el comportamiento de la emisión monetaria, la iniciativa para
imponer un impuesto a las grandes fortunas, el papel de las grandes empresas en
la fuga de capitales que le da fundamento suficiente a esa iniciativa así como
otras que se desplieguen posteriormente, y, como si todo ello fuera poco para
un gobierno que lleva apenas medio año, unos breves comentarios sobre el
proceso de renegociación del sobreendeudamiento que heredó de la gestión
anterior.