Informe sobre la evolución del salario mínimo

      
El
poder de compra del salario mínimo, vital y móvil mantuvo una tendencia
negativa entre 2011 y 2020. Las caídas fueron especialmente fuertes en los dos
últimos años del gobierno de Macri así como en 2020, en todos los casos
superiores al 10% en cada año.

      
Durante
2021 no logró recomponer su poder adquisitivo aunque se evitó una nueva caída,
ya el aumento real fue apenas del 1,2% en el promedio del año. A su vez, en los
primeros 7 meses del año en curso el salario mínimo tuvo una disminución de
1,6% en términos reales.

      
En
marzo de 2022 se acordó en el Consejo del Salario una serie de incrementos para
el corriente año, pero ante la aceleración de la inflación en el mes de mayo se
resolvió adelantar los aumentos previstos. Así, se llegaría en agosto a
$
47.850 de salario mínimo, lo que implica un aumento nominal de 49,5% respecto
del nivel que tenía en diciembre de 2021, a todas luces insuficiente cuando la
inflación acumulada en el mismo período rondaría el 55%.

      
Por
ello, en agosto tendrá lugar una nueva reunión del Consejo Nacional del Empleo,
la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil. En ese mismo mes,
anticipando un piso de inflación de 6%, el salario mínimo real se ubicaría más
de 36% por debajo del nivel que tuvo en 2015.

      
Serían
necesarios $ 71.600 en agosto para alcanzar el mismo poder de compra que el
salario mínimo tenía en 2015, y casi $ 119.000 serían equivalentes a la línea
de pobreza para una “familia tipo”.

      
Ante
este escenario, es claro que el primer objetivo es lograr un esquema de
aumentos en el salario mínimo que supere efectivamente a los aumentos de
precios, para comenzar a recuperar el poder adquisitivo perdido y la relevancia
de esta política de piso salarial.